Existen varios casos en los que es preciso contar con un vehículo particular estando en el extranjero. El primero de ellos sería cuando viajamos por cuenta propia, ya sea para disfrutar de la conducción o para abaratar costes. El segundo, cuando tenemos pensado mudarnos a otro país por una larga temporada.
En este último caso, si no contamos con nuestro propio vehículo, quizá haya que alquilarlo. Bajo ciertos supuestos, es un requisito prioritario para optar a puestos de trabajo o desplazarse con comodidad.
A continuación, explicamos cuáles son los permisos necesarios para circular de modo legal en estas circunstancias, ya sea con un vehículo propio o de alquiler.
¿Qué carnet necesito para conducir por la Unión Europea?
La Unión Europea es sin duda uno de los destinos predilectos para viajar en coche. Desde España se puede llegar fácilmente a Francia y, una vez allí, desde el extremo norte, entrar en Inglaterra por medio del Eurotúnel o del Ferry. Y empleando este último medio, se podría llegar al mismo destino incluso desde Bilbao.
Asimismo, al residir, por ejemplo, en ciertas zonas de Gran Bretaña, los vehículos particulares son realmente necesarios. Es habitual que las zonas residenciales estén considerablemente alejadas de las zonas laborales.
Si vas a enfrentarte a alguna de estas circunstancias (en estos u otros países de la unión) no hay ningún problema. Basta con que lleves contigo el permiso de conducir nacional, el cual tiene validez en toda la Unión Europea. Como de costumbre, es necesario complementar la documentación con el DNI, al igual que sucede en España, y comprobar que todos los papeles están convenientemente en regla.
Por último, también se precisa de un seguro que cubra daños ocasionados a terceros. Esto es muy importante tenerlo en cuenta sobre todo a la hora de alquilar un vehículo, ya sea en el país de origen o en algún otro.
¿Qué carnet de conducir necesito para el resto del mundo?
En primer lugar, debes saber si el país en cuestión tiene algún tipo de acuerdo bilateral con España. En tal caso, necesitarás la misma documentación que en los países de la Unión Europea para circular legalmente. De no ser así, debes acudir a tu Jefatura provincial de Tráfico más cercana para hacerte con un permiso de conducir internacional. Tendrá efectividad en los países sumados al Convenio Internacional de Ginebra en 1949, a lo largo de un año. Su precio es de 10,30 euros y se obtiene por medio de cita previa.
Asimismo, tampoco en este caso se puede prescindir de un seguro (que habrá de especificar cuáles son sus efectos en el país de destino). En ciertos casos, también puede ser necesario solicitar la Carta Verde, un documento que da fe de que el vehículo está asegurado en el país de origen. Lo mismo rige cuando se trata de un vehículo de alquiler.
Por último, en cualquiera de estas situaciones es igual de importante revisar las normas de circulación propias del país de destino.