Los únicos puntos de contacto entre un vehículo y el asfalto son los neumáticos, por lo que es muy importante comprobar su desgaste, sus presiones y saber su antigüedad, ya que con el paso del tiempo pierden sus cualidades y, con ello, el conductor pierde seguridad. En este artículo veremos cómo saber la antigüedad de un neumático de forma rápida.
Además de la marca y el modelo, en el perfil de un neumático aparecen diferentes inscripciones que hacen referencia a sus dimensiones, los índices de velocidad y carga, si es de invierno, o su fecha de fabricación. Desde el año 2000, los neumáticos homologados para ser usados en la vía pública cuentan con un código de cuatro números que indican el momento de su fabricación.
Tras las letras DOT, abreviatura de Department Of Transportation (Departamento de Transporte), que aparecen en el perfil, se encuentran unos grupos de caracteres que indican, por ejemplo, el lugar de fabricación del neumático, y los cuatro números que informan de la semana y el año de fabricación. Si el número que aparece es, por ejemplo, 2617 significa que el neumático fue fabricado la semana número 26, correspondiente a junio, del año 2017.
Edad de los neumáticos y su caducidad
El paso del tiempo es determinante para el buen estado de un neumático, ya que el material se va degradando. A partir de cierta edad ya no se puede garantizar la calidad del material con el que está fabricado, por lo que no serviría para circular con seguridad al perder sus propiedades.
El neumático indica su momento de fabricación, pero no tiene una fecha de caducidad, ya que su estado depende de diferentes factores. Como norma generalizada, suele recomendarse cambiar los neumáticos cada 5 años, pero su desgaste dependerá del uso del vehículo: si se utiliza habitualmente, si se circula más por ciudad que en carretera, si el vehículo es de tracción delantera o trasera, o de las condiciones meteorológicas de la zona.
Cuándo es necesario un cambio de neumáticos
Como hemos visto, hay diferentes factores que afectan al desgaste de los neumáticos, que ya de por sí tienen unos kilómetros de uso determinados en función de cada tipo. Lo más recomendable, para saber cuándo es necesario un cambio de neumáticos, es que nos lo indiquen al instalar los nuevos.
Como recomendación, habría que realizar el cambio de neumáticos antes de que lleguen a los 10 años de edad. Aunque se hayan mantenido en unas condiciones normales, el paso de los años hace que los neumáticos se endurezcan, lo que hace que pierdan adherencia y ofrezcan menor seguridad. Una forma de comprobarlo es intentar hundir la uña en el neumático: si se hunde es que mantiene sus propiedades, pero si no se hunde es que ha perdido la elasticidad.
Consejos de mantenimiento para tus neumáticos
Cuidar los neumáticos alarga su vida útil, y permite aumentar la seguridad y ahorrar combustible. Para ello, hay que dedicarles tiempo y seguir los siguientes consejos:
Neumáticos adecuados
Elegir los neumáticos adecuados al vehículo, aquellos que se adaptan a sus características y, a poder ser, de alguna marca conocida.
Presión correcta
Hincharlos a su presión correcta una vez al mes. Hay que hacerlo cuando estén fríos, y si están calientes se debe añadir 0,3 bar a la presión recomendada.
Desgaste y profundidad del dibujo
Comprobar el desgaste y la profundidad del dibujo con regularidad, ya que el límite de profundidad recomendada es de 1,6 milímetros.
Válvulas y tapones
Es importante que las válvulas y los tapones estén en buen estado, ya que se encargan de mantener la estanqueidad y la presión correcta.
Equilibrado y alineación
Poner a punto el equilibrado y la alineación de los neumáticos reduce el desgaste prematuro, elimina vibraciones y protege la suspensión, la dirección y la transmisión del vehículo.
Conducir de forma prudente
Hay que conducir a una velocidad adecuada, sin acelerones ni frenadas bruscas, sin cargar el vehículo en exceso y evitando golpes, roces y subidas a las aceras.
Condiciones extremas
Es importante proteger los neumáticos frente a las condiciones meteorológicas extremas, como el frío y el calor extremos, así como limpiar el barro y la suciedad que tengan.
Evitar largos estacionamientos
No dejar el coche estacionado durante largas temporadas para evitar que sea la misma zona del neumático la que esté en contacto con el suelo, lo que puede provocar que se deforme.
Rotar las ruedas
Cada 6 meses, o cada 12.000 kilómetros, es conveniente cambiar los neumáticos delanteros por los traseros, ya que no se desgastan por igual.
Reparación en un servicio técnico profesional
Si alguno de los neumáticos se ha dañado, un profesional deberá encargarse de desmontarlo e inspeccionarlo con garantías.
Revisar periódicamente la presión, la profundidad del dibujo y los posibles daños que puedan sufrir, como rozaduras, grietas o desgastes irregulares, permitirán mantener en buen estado los neumáticos, lo que permite garantizar la seguridad del vehículo en aspectos como la distancia de detención y frenado.